A los comienzos del Imperio Ruso, Rusia era un país mayoritariamente agrario,retrasado con respecto al resto de países a nivel europeo, en el cual la mayoría del trabajo en el campo era trabajado por campesinos sin ninguna clase de estudios. La propiedad estaba distribuida en grandes latifundios dominados por las clases sociales altas, aunque ellas no trabajaran dichos territorios.
De mano de Alejandro II se produjo una industrialización del país, lo cual le empezó a dar salida al mismo, una de sus decisiones más importantes fue el decreto de emancipación de los siervos en 1971, en el cual su objetivo principal era liberalizar la mano de obra y crear una amplia clase media de campesinos.
En cuanto a la ley de la abolición de los siervos no fue todo lo satisfactoria que el mismo Zar había pensado, los nobles siguieron manejando la mayoría de las tierras mientras que el resto lo repartían sesenta millones de personas, por lo tanto en ellas había una desigualdad abismal. Algunos campesinos se agruparon en grupos, formando así comunidades ( Mir ) y otros perdieron o vendieron sus tierras las cuales pasaron a los terratenientes ( kulaks )
Como finalidad, la industria no logró todo el éxito esperado ya que había sido llevada a cabo con mucho retraso retraso con respecto a Europa y se limitaba al sector Textil y Minero - Metalúrgico. La industria se concentró en torno a las zonas de San Petesburgo, Moscú, los Urales y Bakú.
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